viernes, 3 de julio de 2020

EL CAMPO DE AVIACIÓN DE CORRAL DE ALMAGUER

INTRODUCCIÓN


Vista del Refugio Antiaéreo del Aeródromo de Corral de Almaguer

El 17 de diciembre de 1903, los hermanos Wright de Estados Unidos conseguían llevar a cabo uno de los sueños más perseguidos por el ser humano a lo largo de todos los tiempos: Volar.

Y no sólo volar como las aves, sino hacerlo además en una máquina más pesada que el propio aire, susceptible de ser controlada por un piloto. Algo considerado totalmente imposible para los alucinados ojos de la época, que sin embargo daría origen a la aviación.


Primer vuelo de los Hermanos Wright
No tuvieron que pasar muchos años para que fueran mejorando los diseños y las capacidades de vuelo de los aparatos, a la vez que se iban atisbando las magníficas posibilidades que ofrecían los aeroplanos cara a su utilización (cómo no) en las guerras. Los aviones posibilitaban no sólo el espionaje y reconocimiento aéreo de los movimientos del enemigo, sino que con una serie de adaptaciones y arreglos, podían ofrecer también capacidad ofensiva una vez se les acoplasen armas automáticas (ametralladoras) o dispositivos de lanzamiento de explosivos (bombas). Surgía de esa manera la aviación militar, a la par que una alocada carrera entre las diferentes potencias, por conseguir los aparatos más ligeros, veloces y con mayor capacidad ofensiva (cazas), junto a otros más pesados (bombarderos) destinados a portar los explosivos que extenderían la muerte entre las tropas contrarias y la población en general. El ser humano había encontrado en la aviación una terrible máquina de matar.


Manfred von Richthofen (El Barón Rojo)
Una terrible máquina de matar que sería utilizada por primera vez durante la guerra de Marruecos a cargo de la aviación española (1913) y desarrollaría toda su capacidad destructiva durante la primera guerra mundial (1914-1918), con los bombardeos a gran escala y los enfrentamientos entre los cazas Franceses, Alemanes y Británicos. Enfrentamientos en los que se hicieron patentes legendarios pilotos competitivos, narcisistas y revestidos de un cierto aura de caballerosidad, como el francés Roland Garrós o el alemán Manfred von Richthofen (El barón Rojo).


En lo que se refiere a la Aviación Militar Española, debemos recoger que nació como tal en el año 1913, al crearse oficialmente el “Servicio de Aeronáutica” con sus dos secciones: Aviación y Aerostación. Sin embargo, antes de esta fecha ya se habían adquirido tres aeroplanos en Francia (noviembre de 1910) y se había creado el primer aeródromo en Cuatro Vientos, donde se impartiría también el primer curso de pilotos de la Historia de España (1911).

Los cinco primeros pilotos españoles con su instructor

Los alumnos fueron 5 oficiales del Ejército –Kindelán, Herrera, Barrón, Arriaga y Ortiz de Echagüe- todos los cuales poseían ya el título de pilotos de globos aerostáticos.

El Plus Ultra tras su llegada a Buenos Aires
Tras la Primera Guerra Mundial, o mejor dicho en el periodo de entreguerras (1918-1939) los avances en la tecnología de los aviones y dirigibles, van a propiciar la aparición de las primeras compañías aéreas y las grandes hazañas aeronáuticas o “raids aéreos” del momento, dando lugar a la llamada “Edad de Oro de la Aviación”.



En 1919 (John William Alcock y Arthur Whiten Brown) dos aviadores británicos, lograron volar desde Canadá hasta Irlanda en su avión Vickers Vimy IV.

En 1926, el comandante Ramón Franco, el capitán Ruiz de Alda, el teniente Juan Manuel Durán y el mecánico Pablo Rada, cruzan el atlántico en el hidroavión Plus Ultra, desde Palos de la Frontera hasta Buenos Aires, haciendo diversas escalas.

En 1927, Charles Lindbergh cruza el atlántico desde Nueva York a París, en su monoplano de un solo motor bautizado como “El Espíritu de San Luis”
El Graf Zeppelin sobre la Gran Vía

En 1929, la tecnología de los dirigibles había avanzado de manera notable, llegando Ferdinand von Zeppelin a realizar el primer viaje alrededor del mundo.

En 1932, el capitán Mariano Barberán y el teniente Joaquín Collar, cruzan el atlántico desde Sevilla a Cuba, sin escalas, a bordo del Cuatro Vientos. El mecánico especializado del avión era el Sargento Madariaga de Corral de Almaguer.

Con el estallido de la Guerra Civil Española, la aviación va a quedar también dividida en dos y el territorio español convertido en campo de pruebas y tácticas de guerra para las grandes potencias. Es por ello que si el bando sublevado contó con el crucial apoyo de la Legión Condor alemana y la aviación legionaria italiana, el gobierno de la república no tuvo más remedio que aliarse con la aviación soviética, ante la inacción de los ingleses y la escasa ayuda francesa.

El Policarpov I-16, más conocido como "Mosca"
Los aparatos de uno y otro bando se van a rebelar cruciales tanto a la hora de detener el avance imparable de las tropas sublevadas sobre Madrid, como para asestar las tremendas derrotas y los destructivos bombardeos que harían caer el gobierno de la República. Entre los aparatos más famosos destacan en el lado republicano el caza Policarpov I-16 más conocidos como “mosca” o los bombarderos Tupolev SB-2 más conocidos como “katiuska”. En el bando nacional por su parte,  lo serían los cazas Messerschmitt Bf 109 de la legión Condor, así como los bombarderos Junkers Ju 87, más conocidos como “Stukas”.

El caza Messerschmitt de la Legión Condor
Para facilitar la efectividad de los aviones, tanto un bando como otro se vieron en la necesidad de desplegar cientos de aeródromos -en su mayoría provisionales y con pistas de tierra prensada- a lo largo de la geografía española. Gracias a los aeródromos, los pilotos podían repostar y volver al ataque en un periodo relativamente corto de tiempo, así como obtener un lugar de descanso y protección para sus aviones. Estos aeródromos solían contar además con depósitos de combustible almacenado en bidones de 200 litros, puestos antiaéreos para repeler ataques, dependencias para los pilotos, los soldados y un depósito de bombas o municiones conocido como polvorín.

Corral de Almaguer contó con uno de esos aeródromos provisionales, también denominado “Campo de Aviación”, dotado de forma irregular y una pista de 1.800 metros en su parte más amplia. Fue construido, al igual que los demás aeródromos cercanos pertenecientes a la Primera Región Aérea, Sector 5º (Ajofrín, Corral de Almaguer, Gálvez, Los Yébenes, Madridejos, Mora, Ocaña, Quintanar de la Orden, Santa Cruz de la Zarza, Tembleque, Turleque, Villafranca de los Caballeros y Villamayor de Santiago) en el año 1937 por el ejército de la República. De aquel Campo de Aviación sólo ha pervivido hasta nuestros días el Refugio Antiaéreo, hoy en día considerado como “arqueología militar” y que en algunos pueblos, como Villafranca de los Caballeros, ha sido restaurado y habilitado como museo.

El sargento Madariaga, mecánico especializado del Cuatro Vientos

Gracias a los excelentes trabajos del investigador toledano Roberto Félix García, plasmados en su blog: vestigiosguerraciviltoledo.blogspot.com, podemos conocer hoy en día toda la información sobre el Campo de Aviación de Corral de Almaguer existente en el Archivo Histórico del Ejército del Aire, situado en el castillo de Villaviciosa de Odón. Trabajo que recojo a continuación en su integridad, agradeciéndole de antemano tan estupendo trabajo.


El aeródromo republicano de Corral de Almaguer


Códigos de identificación

-       Comandante Mauriño (1938): Región 1, sector 5: 1512 (Región+Sector+nº aeródromo).
-       Jefatura Fuerzas Aéreas Centro-Sur (18/12/1938): Región 1, sector 5: HQ-12.
-       Jefatura Fuerzas Aéreas Centro-Sur (15/03/1939): Región 1, sector 5: NO-5.
-       Fuerzas Aéreas Nacionales o franquistas: 6591 (Hoja mapa 1:50.000 + nº aeródromo).

Localizador (RFG).


El aeródromo

Este aeródromo fue clasificado por las Fuerzas Aéreas de la República Española (FARE) en la 1ª Región Aérea y 5º Sector con el código 1512 (la primera cifra indica la región, la segunda cifra el sector y la tercera y cuarta el número de aeródromo en ese sector), según consta en la relación de códigos numéricos de campos de las Fuerzas Aéreas del comandante Mauriño de 1938. Por lo que podemos suponer, fue una instalación temprana dentro de un sector que incluía los campos de aviación de la zona centro-oriental de la provincia de Toledo. En la relación de aeródromos de 18/12/1938 de la Jefatura de Fuerzas Aéreas de la zona Centro-Sur su código era HQ-12 y en la de 15/03/1939 NO-5.

La Aviación Nacional o franquista lo identificó posteriormente con el código 6591 (el número 659 hacía referencia a la hoja del mapa 1:50.000 y el 1 al número de aeródromo identificado en esa hoja del mapa).

El aeródromo fue ubicado al norte del núcleo de población, a una distancia inferior a 3 Km del centro del pueblo, en el margen derecho del río Riánsares y entre las carreteras de Madrid a Alicante y de Orgaz a Horcajo de Santiago.

La construcción del campo de aviación pudo comenzar en el año 1937, al igual que el resto de campos de su sector. Su forma era irregular, con unas dimensiones máximas de N a S de 1.800 m.

De acuerdo a la ficha descriptiva del campo, este constaba de seis refugios antiametralladora, de una caseta para pilotos, otra para el cuerpo de guardia y una granja o barracón con capacidad para 150 individuos de tropa y 30 coches. Para alojamiento de personal disponía también de dos casas en el pueblo. La ficha descriptiva de la construcción del Campo no menciona aún el refugio antiaéreo, por lo que podemos suponer que fue una construcción posterior.

Según la documentación enemiga, fue clasificado como eventual, lo que significaba que tenía que reunir “las mínimas condiciones para despegar y tomar tierra sin peligro para algunos de los tipos de aviones de guerra empleados por nuestras fuerzas” y contar con una guarnición mínima de un cabo y cuatro soldados.

Tras consultar el expediente del aeródromo en el Archivo Histórico del Ejército del Aire (AHEA), visité el aeródromo en abril de 2017 para conocer qué elementos se conservaban. Encontré a placer el refugio contra bombas junto a una casa que podría ser la de pilotos. No logré localizar ningún elemento más aunque sí encontré restos de obra que podrían corresponderse con ellos. Además, me di de bruces con un agujero en el terreno que pudo haber sido un polvorín.

Los terrenos del campo fueron devueltos a sus propietarios en el año 1940.

Planos republicanos del aeródromo (AHEA).









Forma del aeródromo y dimensiones


 Descripción del Aeródromo tras su construcción





Fotografía aérea del aeródromo de 10/05/1939 (AHEA).
  


Montaje (RFG).



Plano franquista del aeródromo (AHEA).



Fotografías (RFG, 15/04/2017).

Vista general del campo, en el centro el refugio y a la izquierda la caseta.















 Detalle del respiradero.
   

¿Polvorín?


 Plano del Refugio Antiaéreo


 Vicisitudes desde el fin de la Guerra Civil hasta su devolución a los propietarios.

Última utilización del Campo de Aviación
 (combatir la plaga de langostas que se declaró en el año 1940)




Curiosidades::


Al contrario que su hermano Dimas, Modesto Madariaga Almendros -homenajeado hace pocos años por el Jefe del Estado Mayor del Aire- permaneció en todo momento leal al bando republicano, lo que le valió en un principio una condena de 30 años y su paso por diversos penales. Conmutada la condena por arresto domiciliario y destierro, acabó finalmente exiliándose en Buenos Aires donde murió en el año 1974.

El aeródromo, según hemos visto en los documentos anteriores, se utilizó por última vez -antes de ser desmontado-, para fumigar la enorme plaga de langostas que se declaró después de la guerra civil, debido al abandono de las tierras, la huída de los vecinos y la consiguiente falta de cultivo. Es lo que tienen las guerras, que a la enorme destrucción y muerte que generan, hay que añadirle después los años de miseria y hambruna que les acompañan.

Anécdotas:


Hace cerca de 40 años, Encontrándome vendimiando en esta zona del Campo de Aviación, concretamente con la familia de los Ceferinos, un componente de la cuadrilla encontró una chapa metálica que representaba una calavera con las tibias cruzadas. Esa Chapa solía adornar el gorro militar de las fuerzas alemanas, especialmente de las SS. La Chapa era semejante a esta:





Fuentes

-       Archivo General Militar de Ávila (AGMAv).
-       Archivo Histórico del Ejército del Aire (AHEA).

Precauciones y consejos al visitar elementos en el medio:

-       Circular por caminos y linderos.
-       Respetar la actividad agrícola y cinegética.
-       Ser consciente de que toda finca tiene un propietario aunque no esté vallada. Por ello, es         conveniente pedir permiso a los propietarios o guardas 



Corral de Almaguer (03-07-2020)

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