lunes, 4 de febrero de 2019

MOVIMIENTOS CULTURALES Y ASOCIATIVOS DEL SIGLO XX EN CORRAL DE ALMAGUER. La Asociación Folklórico-Cultural Virgen de la Muela: “LAS JOTAS”

Introducción


Rondalla posterior a la Guerra Civil

Pocas noticias tenemos sobre el folklore tradicional de Corral de Almaguer de finales del Siglo XIX y comienzos del XX. Y aunque las escasas muestras que han llegado hasta nuestros días, nos permiten englobarlas dentro de la serie de manifestaciones populares y bailes tradicionales que se interpretaban e interpretan de forma parecida en los diferentes pueblos de la Mancha, siempre nos quedará la duda de conocer las características propias de los auténticos bailes y cánticos de la población.





Otra rondalla, probablemente de la posguerra.
Pasada la Guerra Civil y los años duros de la posguerra, la Sección Femenina emprendió la idea romántica de recuperar los valores tradicionales de cada región, patrocinando la creación de numerosos grupos de Coros y Danzas a lo largo de la geografía española. Esos grupos de Coros y Danzas, destinados a mostrar la cara amable del régimen y promocionar el incipiente turismo que llegaba del exterior, contaron con una amplia aceptación entre las clases populares y fueron utilizadas como medidas de ocio y propaganda en las diferentes manifestaciones culturales de la época, incluido el séptimo arte (NO-DO y películas con fuerte contenido folklórico).

Grupo de Coros y Danzas

Integrantes del grupo de Coros y Danzas (finales de los años 60)
Corral de Almaguer no fue ajeno a esa corriente folklórico-festiva que exhibía trajes, músicas y bailes con vistosas coreografías, creando a finales de los años sesenta su propio grupo de Coros y Danzas, con el apoyo de los representantes del Movimiento y la Sección Femenina de la localidad. Gracias a la fuerte tradición musical de Corral de Almaguer y a la presencia de buenos intérpretes en el municipio, se logró componer una sólida rondalla con la fuerza de los jóvenes instrumentistas del momento y la experiencia, sabiduría y buen hacer de personajes de la talla del tío Chacón, el tío Marara o el tío Agustín “el Higuero” -por poner algunos ejemplos-. Si a lo anterior añadimos la potente voz de Marigel, las castañuelas de Antoñita y la gracia y belleza de las jóvenes bailarinas de aquellos tiempos, entenderemos el gran éxito y la gran aceptación que llegaron a conseguir, por más que su duración fuera relativamente breve.

Cantante y Bailarinas de los Coros y Danzas (finales de los 60)
Para las actuaciones se dotó de coreografía a la jota de la localidad y a una supuesta seguidilla denominada el Manchego, muy alejada del típico ritmo de las seguidillas manchegas convencionales. Con estos dos bailes y una buena cantidad de coplas tradicionales, lograron cierto renombre en la provincia y cosecharon algunos éxitos, a pesar de la dificultad para encontrar hombres bailarines que supieran tocar las castañuelas (instrumento que nunca llegaron a dominar).

La Agrupación Folklórica Virgen de la Muela

A finales de los 70 y coincidiendo con la llamada transición, tuvo lugar en España una época de efervescencia cultural entre la juventud, como reacción lógica a tantos años de represión y cultura encorsetada. Aunque el más conocido de estos movimientos culturales o contraculturales fue la denominada movida madrileña, no faltaron influjos de libertad y modernidad entre los pueblos españoles, reflejándose en un inusitado interés por la música, el cine, el teatro y la literatura que llegaba del exterior.

Más discretamente que en Madrid y con manifestaciones mucho más conservadoras -dada la mentalidad de los pueblos manchegos- los nuevos aires acabaron por llegar a Corral de Almaguer, donde pronto se evidenciaron grupos de jóvenes que se reunían para escuchar todo tipo de músicas, interpretar teatro, comentar las últimas tendencias cinematográficas, e incluso esbozar un periodismo local que sería rápidamente censurado por las autoridades: “revista Revolá”.

Los comienzos: Festival benéfico en el cine de Antonio (Año 1977)
De entre todos esos grupos de amigos aficionados a la música y más concretamente a la denominada canción protesta y de autor, surgió la idea de recuperar la música tradicional de la localidad y trasmitirla a los vecinos mediante la creación de un conjunto de música Folk. Al principio de manera informal y compaginándolo con otras actividades culturales y reivindicativas -del tipo de festivales benéficos- para acabar formando un grupo Folk en toda regla (el grupo Almaguer) que ofrecería recitales en muchas localidades de Castilla la Mancha, actuaría en Televisión, e incluso grabaría dos cintas casettes con las canciones tradicionales del municipio.

Prueba para la carátula de la primera cinta-cassette.
(año 1983)
Alrededor de ese grupo Folk y aprovechando los mismos activos humanos e instrumentales, surgió la idea de recuperar los antiguos bailes de la población, mediante la creación de un grupo de Coros y Danzas. Un tema controlado hasta entonces por la llamada sección femenina del régimen anterior, que sería enfocado esta vez de una manera totalmente libre de influencias gubernamentales y más cercano a los movimientos del folklore Castellano reivindicativo que lideraban grupos como Nuevo Mester de Juglaría.

El éxito en su convocatoria fue arrollador y al poco tiempo se integraban en él personas de todo tipo, edad y condición. Con trajes prestados, zapatillas de esparto y sin acompañamiento de castañuelas, los componentes de la llamada Agrupación Folklórica Virgen de la Muela, ofrecieron sus primeros bailes a un público totalmente entregado en la plaza mayor. Dos eran las danzas que interpretaban, pues dos eran únicamente las que se conocían en el municipio: La Jota tradicional del pueblo y una supuesta seguidilla denominada “el Manchego”, difícilmente clasificable por los entendidos en el folklore castellano.

Pero, ante todo, La Agrupación Folklórica Virgen de la Muela era un grupo joven -como gustaban recoger en sus presentaciones- con mucho camino por delante y muchas ganas de superación. Las cantidades recaudadas con las primeras actuaciones, facilitaron sobremanera el avance, haciéndose evidente en poco tiempo la presencia de castañuelas y la elaboración de los primeros trajes regionales que, por su elevado coste, pasaron a ser propiedad de la Agrupación.

Primera actuación en la Plaza (Año 1982)
Como no faltaban actuaciones en las distintas provincias y como el interés de los vecinos era cada vez mayor, se decidió crear una escuela de folklore, en la que se iniciasen los futuros componentes del grupo. Y, teniendo en cuenta que la infraestructura de la Agrupación y el número de sus componentes iba en aumento, se acordó convertirla en Asociación Cultural, dado que sus integrantes llevaban también a cabo otras actividades en el municipio (exposiciones, certámenes, cabalgatas, belenes vivientes etc…) y beneficiarse así de las ayudas que por aquel entonces ofrecía la Diputación y la Junta de Comunidades.

Algunos de los bailarines y bailarinas de los comienzos del grupo
En consecuencia, el día 16 de enero del año 1984, varios años después de sus comienzos, la Asociación decidió confeccionar sus primeros estatutos, en los que se recogía claramente la presencia de los tres subgrupos que la formaban: El grupo de Rondalla (capitaneado desde el principio por Gregorio Pámpanas y apoyado en la espectacular voz de María Ángeles Zarco), el grupo de baile (dirigido en buena medida por Julián Díaz Lozano –Senén-) y el grupo de Apoyo, en el que se integraban los amigos y familiares que no bailaban ni tocaban, pero que ayudaban en la creciente infraestructura de la Asociación. Este último grupo estuvo dirigido en sus comienzos por Yoyi González.

Buena parte de los componentes de la Asociación, tras la organización de la Cabalgata de los Reyes Magos del año 1984
A partir de ahí, la Asociación Cultural Virgen de la Muela, más conocida en el pueblo como “LAS JOTAS” prosperó económica y musicalmente hablando, incorporando cuatro nuevas jotas y una seguidilla a su repertorio (Las Jotas del Aire, de la Vendimia, de Mira, del Currillo y las seguidillas de Almansa). A la vez, confeccionó nuevos trajes para sus integrantes, adquirió nuevos instrumentos para la rondalla, e incrementó su participación en certámenes de la Comunidad y de otras regiones españolas. En paralelo, continuó también organizando actividades culturales en la localidad y participando en todo tipo de eventos municipales.

El grupo de bailes en su última etapa, con nuevos músicos, bailarines y trajes
Sin embargo y como suele ocurrir con toda organización dotada de fuerte presencia juvenil, las circunstancias de sus miembros fueron cambiando a corto plazo (trabajos, noviazgos y otras situaciones) chocando con la excesiva rigidez y burocratización que requerían los ensayos. Como consecuencia, a partir del año 1989 comenzó a producirse un lento pero continuo goteo de bajas, que debilitaron la estructura de la asociación y la fueron privando de elementos masculinos. Con todo y con eso, el grupo alargó su existencia hasta el año 2000, gracias a la escuela de folklore dirigida por Mª José Chaves, aunque ya casi exclusivamente con grupos infantiles.

La escuela de Folklore con su directora
A lo largo de su trayectoria, el grupo de Jotas fue protagonista de numerosos sucesos y anécdotas en sus actuaciones, entre las que no faltaron: rotura de pantalones, enganches de borlas en pleno baile, caídas del escenario y numerosos despistes de cantantes y danzantes, que a buen seguro ocuparán un lugar entrañable en la memoria de sus componentes. A lo anterior, hay que añadir la organización de un par de excursiones, un baile de disfraces y una actuación de cabaret para consumo interno, sin olvidar la presencia de los dos "corderuelos" anuales (en palabras de su organizador Ángel Plata) que servían para cohesionar la Asociación.




Desde estas páginas, todo nuestro reconocimiento para aquellos jóvenes corraleños que, desde distintos enfoques y estilos, supieron llenar de contenido cultural las últimas décadas del siglo XX.


Rufino Rojo García-Lajara

(febrero de 2019)



Fotografías: El autor, José González,  María José Chaves y  el libro "En los Rincones de Nuestra Memoria" editado por el Ayuntamiento de Corral d Almaguer y la Junta de Comunidades en el año 2004.

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