Representación del juicio de las monjas. (Veranos de la Asociación) |
Muy al contrario, el recuerdo
que ha perseverado entre los vecinos de Corral de Almaguer, es el de una
comunidad religiosa plena de bondad, ingenuidad y dulzura, que se ganó desde
siempre el cariño y respeto de la población.
Introducción
El Monasterio de Clausura de San
José de Corral de Almaguer se fundó oficialmente el 13 de agosto del año 1574,
por una Real Provisión del Rey Felipe II firmada en el Palacio del Pardo.
Inicio oficial de la clausura y toma de posesión del convento |
Don Francisco del Rincón, por su
parte, era un maestro cantero que acudió a Corral de Almaguer para trabajar en
la última fase de la reforma de la iglesia parroquial, afincándose
definitivamente en la población tras su desposorio con María Gualda. En nuestra
localidad prosperó como constructor y arquitecto, aprovechando la época de
mayor crecimiento económico del municipio y las numerosas subastas de obras que
la Orden de Santiago licitaba en distintas localidades de la comarca. Es por
ello que don Francisco amasó una jugosa fortuna, con la que compró numerosas
tierras en la villa y con la que levantó una gran casa en la calle principal de
la población, la calle mayor, en el límite mismo con la antigua plaza del
mercado (actual cruz colorada).
Bendecido por el destino, que le
obsequió con seis hijas y un hijo, a don Francisco sólo le faltaba la
ejecutoria de hidalguía para entrar a formar parte de la gente importante de la
villa y poder departir de tú a tú con la abultada nobleza rural que por aquel
entonces se congregaba en la plaza de la Audiencia o del Ayuntamiento. Pero
conseguir la carta de hidalguía no estaba al alcance de cualquiera -por más que
se pleitease en la Chancillería de Granada- y comprarla al rey suponía un
enorme desembolso (4.500 ducados de oro) que muy pocos se podían permitir. Es
por ello que, conocedores de la problemática de la zona y con el trasfondo del
ascenso social, se les ocurrió fundar un convento.
No era habitual que personas del
común de la villa fundasen conventos, dado que para ello se necesitaba un
enorme desembolso de dinero y el adecuado acondicionamiento del edificio. Esta
era la causa de que la mayoría de monasterios femeninos fueran fundaciones de
obispos, cardenales o miembros de la alta nobleza y que los edificios se
encontrasen profusamente ornamentados con sus blasones o escudos, pues en no
pocas ocasiones les servían luego de lugar de enterramiento. Sin embargo, la
necesidad de conventos de clausura era tan acuciante en nuestra comarca (sobre
todo a partir del Concilio de Trento) que el Consejo de las Ordenes no puso
objeción alguna a la solicitud del matrimonio Rincón y posibilitó la firma del
Rey para la fundación del Monasterio de San José.
Inicio de la clausura y toma de posesión del convento |
Escándalos en
el Monasterio de Clausura
Para entender tan graves sucesos,
debemos remontarnos antes al año 1595. Habían transcurrido 20 años desde que
profesaron las primeras monjas, siendo gobernadas desde entonces y sin solución
de continuidad, por Francisca del Rincón, hija mayor de la fundadora. Aunque
las reglas obligaban al cambio de abadesa cada tres años, Francisca repetía una
y otra vez en el cargo, con la excusa de que era la única que tenía la edad
reglamentaria para ser nombrada abadesa: es decir más de 40 años. Esta
circunstancia la había llevado a dirigir el convento y sus finanzas de manera
rígida y dictatorial, ignorando los ruegos de las demás monjas y ganándose la
enemistad de buena parte de la comunidad, hasta el punto de que el Monasterio
se encontraba dividido en dos bandos: las monjas viejas y las monjas jóvenes,
que eran la mayoría.
La superiora del convento como Abadesa Mitrada |
Para rizar más el rizo, en los
últimos años había ingresado en el convento una monja joven y guapa,
proveniente de una rica familia noble, acostumbrada desde siempre a hacer su
santa voluntad. Como niña malcriada y consentida, María de Mendoza (que así se
llamaba la profesa) aceptó de muy mala gana los votos de pobreza, obediencia y
no digamos el de castidad, dedicándose desde el principio a sembrar la
discordia y el recelo entre las monjas, a las que atraía como si de un imán se
tratase, narrándoles sus peripecias en la Corte y describiéndoles: personajes,
vestidos, fiestas, lujos y hazañas amorosas con fuerte contenido sensual. Es
por ello que no tardaron en producirse faltas graves contra la disciplina del
convento, además de insultos y enfrentamientos directos con la madre superiora,
a la que acusaban de dirigir el Monasterio a su antojo y proceder de bajo
linaje.
Para colmo de males, por esas
fechas tocaba nueva elección de abadesa y el enviado de la Orden de Santiago
permitió esta vez que fuera elegida una monja sin la edad reglamentaria. Fue
entonces cuando se armó la de Dios es Cristo.
El claustro en el año 1978 |
Y ansí mismo, Francisco de
Velasco, que es mozo de la dicha villa, hermano de una de las monjas, entra y
sale en el dicho convento muy a menudo y le abren las puertas reglares y habla
con una monja muy guapa de la que anda apasionado tiniéndola de las manos y
después de noche se está con ella con velas encendidas y hay otros grandes
atrevimientos en la dicha casa de mozos y clérigos que tienen inquietas a las
monjas, de que hay gran escándalo en la población….
…Y sor María de la
Ascensión (la nueva abadesa María de Orea) tenía y
tiene una amistad con un clérigo mozo que se dice Lozano (Francisco
Lozano), con el que está todo el día en la reja. Y diciendo éste misa,
vuelve continuamente la cabeza al coro, entre 30 y 40 veces cada misa…
Antiguo reloj del Monasterio (siglo XVII) |
Están partidas en dos
bandos, con la nueva abadesa son todas las mozas y con la Francisca del Rincón
son dos o tres de las más viejas. Las unas de las otras dicen cosas muy feas.
La Francisca del Rincón me comenzó a decir cosas muy graves que, de ser verdad,
merecerían la pena dicha. Díxome que había de pedir a Vuestra Alteza mandase
que pareciese personalmente a dar cuenta de ellas. Y la nueva abadesa dice que
la Francisca del Rincón las inquieta y perturba la paz y lo mismo dicen las de
su valía.
Paréceme que conviene mucho
al servicio de Ntro. Señor y para que V. Alteza no tenga cada día pesadumbres
con ellas, que de una vez por todas se vea y entienda de estas cosas, y a quien
fuere la causa de perturbar la paz se le ponga el remedio que a V. Alteza más
bien visto le sea.
Visita al Monasterio de Clausura (año 1978) |
Nada más escuchar estas palabras
y como si de un torbellino se tratase, la antigua abadesa comenzó a dar grandes
voces desde el coro, gritando todo tipo de insultos y acusaciones
contra las monjas jóvenes y solicitando la justicia de Dios y de los
hombres. Viendo que no cesaba de proferir alaridos, la nueva abadesa
intentó taparle la boca para que no escandalizara a la población, dado que los
gritos se oían perfectamente en la calle. Sin embargo, al verse sujeta por la
boca, la vieja abadesa comenzó a insultarla, diciéndole: …mentís bellaca,
borracha, hija de un borracho, que yo no he quebrantado tal obediencia y miente
quien diga que lo dixere… por lo que la primera se lio a darle de
bofetadas y agarrarla del cuello. Cuando las demás monjas acudieron
en su ayuda y ya que habían conseguido separarlas, entró en el coro Isabel de
Vargas (que era hermana de uno de los mozos que entraban por las noches) y
sin mediar palabra se lió a darle de bofetadas, arañarle la cara, romperle las
tocas y tirarle de los pelos de tal forma, que se quedó con un buen mechón
entre sus manos.
Entrada al cementerio del Convento (año 1978) |
Todos estos escándalos, de cuyas
investigaciones e interrogatorios se conservan numerosos documentos en el
Archivo Histórico Nacional, lo solucionó el Consejo de las Órdenes destituyendo
a las principales implicadas y enviándolas a otros conventos. …parecíanos
conveniente se la privase perpetuamente de voz pasiva para oficio de prelada y
por cuatro años de todo voto. Y por la publicidad que ha habido y porque se
entendiese el castigo y use de ejemplo para las de delante, por el tiempo que
V. Majestad fuese servido, se la llevase a otro Monasterio (El Toboso).
Además, trajeron a dos monjas del Monasterio de Torrijos (Juana
Bautista y Juana de San Miguel) para que les impusieran fuertes
penitencias e hicieran retornar la paz y la disciplina a los claustros. Poco
tiempo después, la vieja abadesa Francisca del Rincón moría lejos de su casa
afectada por los grandes disgustos que se le habían infligido, mientras la
guapa María de Mendoza se salía del Monasterio alegando que había entrado
forzada por su padre y que el convento de Corral de Almaguer era un lugar
pobre, estrecho y nefasto para su salud.
Asociación de Amigos de Corral de Almaguer. Representación del juicio de las monjas (año 2018) |
El enfado y burla entre las
gentes del pueblo era mayúsculo y algunos miembros de las familias principales
(como los Almagueres) se negaban a que sus hijas profesasen en el convento
mientras no se solucionasen los continuos escándalos y faltas contra la
religión. …Hay una
monja novicia que se llama Doña Magdalena de Almaguer que tiene cerca de cinco
años de hábito y más de 18 años de edad. Es hija de los hombres más principales
de la villa y preguntada por la causa de no haber hecho profesión, dice que sus
padres han estado aguardando por ver si el Monasterio se pone en mejor orden
para que ansí profese y, sino, que pensaban llevarla a otro Monasterio.
Asociación de Amigos de Corral de Almaguer. Representación del juicio de las monjas |
Rufino Rojo García-Lajara (octubre de 2018)
(Todos los derechos reservados)
Fotografías: Alfredo Salazar, Gregorio Martínez Chacón y José Luis Martínez Ávila
Bibliografía:
.- Archivo Histórico Nacional: Ordenes Militares, Orden de Santiago. Archivo Secreto. Legajos: 1583, 18.089, 78.956, 78.951
.- Archivo Histórico Nacional: Libro de Visitas del año 1605
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